Rafael Pallas: Influencia sobre la salud del verraco y la calidad seminal (I)

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En los centros de inseminación los verracos deben estar protegidos frente a las temperaturas extremas y, sobre todo, frente a las fluctuaciones rápidas de temperatura.

 

INTRODUCCION

La elevada temperatura ambiental causa alteraciones en los mecanismos de termorregulación del escroto y los testículos, afectándose la función reproductora cuando la temperatura ambiental sobrepasa la zona termoneutral. El estrés por calor en los verracos lleva a una disminución de la producción y calidad seminal incrementando el número de formas anormales, reduciendo la motilidad y concentración del eyaculado y disminuyendo la libido del verraco. Si la temperatura ambiental sobrepasa los 28 – 30º C durante 2 – 3 días, se provoca el denominado estrés por calor en el verraco llevando a un empeoramiento de la calidad seminal que se hace evidente 1 – 2 semanas más tarde y durando, al menos, 6 – 7 semanas. 

En los centros de inseminación los verracos deben estar protegidos frente a las temperaturas extremas y, sobre todo, frente a las fluctuaciones rápidas de temperatura. 

Debido al gran avance genético, hoy día los verracos presentan menos cantidad de grasa dorsal, lo que nos obliga a un control ambiental artificial que asegure el máximo confort de los animales y evite los cambios de temperatura en el interior de la nave. 

NORMATIVA APLICABLE A LOS CENTROS DE INSEMINACION

La legislación vigente para la autorización de un centro de inseminación es la siguiente: 

- R. D. 1148/1992, de 25 de Septiembre de 1.992 (BOE del 21/10/1.992): Donde se dictan los requisitos necesarios para la autorización de los centros de recogida de esperma. 

- R. D. 324/2000, de 3 de Marzo de 2.000 (BOE del 08/03/2.000): Donde se dictan las normas a seguir con respecto a las infraestructuras sanitarias y localización de un centro de inseminación artificial. 

- R. D. 1135/2002, de 31 de Octubre de 2.002 (BOE del 20/11/02): Donde se dictan las normas mínimas para la protección de los cerdos, popularmente conocido como “Ley de bienestar animal”. Con respecto a los verracos comienza definiendo al verraco como “animal macho de la especie porcina después de la pubertad y que se destina a la reproducción” y con respecto a las condiciones de los alojamientos de los mismos nos deja muy pocas opciones ya que indica que “las celdas de los verracos estarán ubicadas y construidas de forma que los verracos puedan darse la vuelta, oír, oler y ver a los demás cerdos. La zona de suelo libre de obstáculos a disposición de un verraco adulto deberá ser, como mínimo, de 6 metros cuadrados.” 

“Cuando los recintos también se utilicen para la cubrición, la zona de suelo a disposición de un verraco adulto deberá ser, como mínimo, de 10 metros cuadrados y el recinto deberá estar libre de cualquier obstáculo.” 

La entrada en vigor será “a partir del 1 de Enero de 2.003 para todas las explotaciones que se construyan o reconstruyan o que comiencen a utilizarse por primera vez a partir de dicha fecha” y, “a todas las explotaciones a partir del 1 de Enero de 2.005. 

DISEÑO E INSTALACIONES

El diseño y manejo del centro de inseminación influyen en el comportamiento sexual de los verracos, la eficacia en el movimiento de los animales, la eficiencia en la recogida de semen, la producción de semen, y en la seguridad de los trabajadores. En el diseño del centro de inseminación se debe tener en cuenta la seguridad de los empleados durante el movimiento de los verracos a la zona de estimulación, en la recogida del semen y cuando los verracos finalizan la eyaculación y vuelven a sus jaulas. 

Estrés y condiciones ambientales. 

Muchos son los factores que influyen en la productividad de CIA y más concretamente en los verracos. Algunos son de tipo social, donde se ha demostrados que la libido y calidad de los eyaculados disminuye en aquellos animales sometidos a condiciones de aislamiento, sin contacto con otros animales (machos o hembras). Otros factores están relacionados con las condiciones ambientales y entre estos tenemos: 

Luz: La calidad seminal no parece afectarse de forma significativa por el efecto de la luz. Aumentar la intensidad y duración de la luz si que puede tener efecto en disminuir la edad de la pubertad. Si que se ha demostrado que futuros reproductores expuestos a 15 horas de luz desde los 3 meses presentan una mejor libido. Según Martín Rillo (1.982), la duración óptima de luz es de 10 – 16 horas, días más largos producen disminuciones en la capacidad fecundante y si mantenemos a los reproductores en una completa oscuridad se producen alteraciones considerables tanto cualitativas como cuantitativas. La intensidad lumínica recomendable en un CIA es de 300 lux. 

Estación del año: Sabemos que el cerdo salvaje es un animal de reproducción estacional, por lo que debemos asumir la posibilidad de que el cerdo doméstico puede tener también una respuesta estacional. En Europa la estación de cubrición para el cerdo salvaje macho es de Enero a Mayo, mientras que la hembra permanece en anestro de Junio a Diciembre. En el caso del cerdo doméstico, la producción de semen parece tener el pico más alto entre Septiembre y Febrero si se compara con el periodo que comprende de Marzo a Agosto. Las diferencias entre el cerdo salvaje y el doméstico pueden ser debidas a la disponibilidad de alimento, alojamiento y manejo. 

Temperatura: Es el factor del medio ambiente que más influye sobre la capacidad del cerdo para mantener su propia temperatura corporal, no estresarse y enfermar. Existen numerosos trabajos donde se estudia como la temperatura afecta a la calidad seminal. Las temperaturas bajas, no parecen causar problemas en el verraco (excepto si son por debajo de los 10ºC). Esto posiblemente se deba a que los verracos aumentan la ingesta de alimento para poder conservar la temperatura corporal alta. Por el contrario, las temperaturas altas son más negativas. Temperaturas por encima de los 40 grados reducen tanto la producción como la motilidad de los espermatozoides durante 2 meses. Si las temperaturas sobre pasan los 45 grados durante 3 días, las formas anormales aumentan y aparecen en el eyaculado 2-6 semanas después de iniciarse el estrés térmico. Además, el estrés por calor aumenta los niveles de proteínas en el eyaculado y, dichas proteínas, similares a la albúmina básica, están asociadas a la disminución de la supervivencia de los espermatozoides en el semen conservado, bien por refrigeración o congelación. Ciereeszko y cols. en el año 2.000 encontraron dramáticos cambios en la activad de la acrosina entre los meses de Julio y Octubre relacionados con las altas temperaturas ambientales. 

El intervalo de tiempo entre el inicio del estrés térmico y la aparición de las alteraciones espermáticas indica que las temperaturas elevadas actúan negativamente sobre la espermiogénesis (IV periodo de la espermatogénesis), pero no sobre las fases iniciales de la espermatogénesis. 

Sin embargo, Trudeau y Sandford en 1.986 observaron que los descensos estacionales de la calidad seminal, en algunos casos, se producían incluso antes de que la temperatura ambiental aumentara, por lo que pensaron que podrían estar relacionados con variaciones endocrinas inducidas por el fotoperiodo. 

En condiciones extremas se ha observado que el efecto negativo de las temperaturas elevadas se agrava cuando va asociado a periodos largos de luz, llevando a una destrucción selectiva de células germinales y alterando la maduración espermática en el epidídimo. 

Humedad: El grado higrométrico tiene una influencia directa sobre la eficacia reproductiva del verraco, recomendándose una humedad relativa del aire en torno al 60 – 75%. La falta de humedad potencia las alteraciones espermáticas debidas a las temperaturas altas. 

Índice de calor: denominamos índice de calor a la relación de la temperatura con la humedad, ya que la sensación térmica es mayor cuando se combinan altas temperaturas con humedades relativas también altas que cuando las temperaturas altas se acompañan con humedades relativas bajas. Por ello debe ser objetivo de todo centro de inseminación el mantener a los verracos por debajo de un índice de calor de 29º C. La tabla I nos muestra el índice de calor para diferentes temperaturas y humedades, donde el área sombreada indica la combinación de temperatura y humedad con un índice de calor inferior a 29º C. 

Gases: Las concentraciones admisibles de gases en un centro de inseminación son 0,35 ppm para el CO2, 0.01 para el amoniaco y 0,002 para el sulfídrico. 

Ventilación: Cada verraco necesita un caudal de aire, con ventilación forzada, de 100 m3 / hora como mínimo y 500 m3 / hora como máximo con una velocidad de aire a nivel de los animales de entre 0,2 y 0,7 m/s. 

La temperatura también está relacionada con la velocidad del aire a la altura de los animales, por lo que temperaturas que podrían ser correctas dejan de serlo con una velocidad inadecuada del aire. Esta relación es el valor Cata (Boxtel, enero de 1.991). En la tabla II se refleja el cuadro lector 

del valor Cata donde cabe destacar que el mismo valor Cata, óptimo o de confort (29 en el verraco si relacionamos una temperatura de 22º C y una velocidad del aire de 0,3 m/s), puede ser alcanzado a una temperatura más baja si tenemos una menor velocidad del aire. 

En el próximo capitulo hablaremos sobre las instalaciones de que debe tener el verraco para su maximo rendimiento reproductivo. 

 

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